La Anunciación del Señor

María, aceptaste ser la madre de Jesús,
El Hijo de Dios
y cumpliste fielmente
tu santa misión.
Intensa fue la vida de familia
en tu hogar de Nazaret.
María, velaste con amor 
por tu familia y por tu casa,
Fuiste ternura a manos llenas 
hacia los tuyos,
Acunaste y guiaste los pasos 
de Dios hecho niño,
Acompañaste estremecida 
su desarrollo y crecimiento
y lo viste partir, dispuesta 
siempre a los planes de Dios.
María, enséñanos a valorar 
y dignificar la vida de familia;
muéstranos el camino
del diálogo y la comprensión;
haz que aprendamos a escucharnos
y a querernos incondicionalmente.
María, cuida de cada una
de nuestras familias,
como cuidaste de tu familia de Nazaret.

  • Por las instituciones que llevan el nombre de esta fiesta.
  • Por la Congregación de las Hijas de la Providencia.
  • Por la preparación del Capítulo de Distrito.
  • Por la visita al Distrito del H. Miguel Aristondo.
  • Por las vocaciones menesianas de laicos y hermanos.

Los Hermanos veneran a la  Bienaventurada Virgen María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia. La esclava del Señor, plenamente dócil al Espíritu Santo, totalmente entregada a la persona y a la obra de su Hijo, es para ellos el modelo de su vida consagrada, obediente, casta y pobre.

Fue por un acto expreso de la voluntad de Dios que María contribuyó a darnos a Jesucristo, y Dios, para recompensar su obediencia, quiso que ella contribuyera igualmente a todas las operaciones de la gracia que no son más que una continuación de este misterio.


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