San Óscar Romero

Señor, haz que escuche
los llamados que vienen de los hombres.
Señor, haz que escuche
los gritos de los niños y jóvenes 
que vienen de la vida y de la historia 
que van tejiendo a nuestro lado.
Señor, haz que vea todo con ojos nuevos, 
con corazón de entrañable misericordia.
Señor, haz que vea 
y que avive mi pasión por los niños, 
por los jóvenes y por todos 
los que están sedientos 
de presencia y cercanía.
Señor, haz que vea 
y que como Juan María 
tenga los ojos bien abiertos 
para ir a la frontera, al extremo, 
donde nadie alcanza, 
porque desde allí llegan 
las voces más apremiantes 
de los hombres que nos convocan 
y provocan.

  • Por los superiores de comunidad y directivos de centros educativos.
  • Por la visita del H. Miguel Aristondo al Distrito.
  • Por la preparación del Capítulo de Distrito.
  • Por la familia menesiana del colegio Sagrado Corazón de Llay-Llay y la de Nanclares de la Oca.
  • Por los menesianos, las obras y nuevas vocaciones de la Provincia San Luis Gonzaga (Haití).

Para una configuración más íntima con su Señor, el Hermano hace voto de pobreza. Desprende su corazón de lo que tiene y de lo que es. Vive como quien ha recibido gratuitamente el único tesoro: «Dios mío, tú lo serás todo para mí: la vida no es nada, la reputación no es nada, la ciencia no es nada, la salud no es nada, la riqueza no es nada, ¡sólo Dios!

No hay hombres perfectos: pero de todas las imperfecciones, la mayor sería no querer sufrir nada y exigir a los demás más virtudes de las que uno mismo tiene.

1967: Hippolyte-Louis Collet
1975: Joseph Le Boulch (Gérard-Pierre)
1980: Benoit Lessard (Daniel-François)
1998: Joseph Bussières (Léonard-Jean)
2017: Jean Audrain (Donatien-Michel)


Óscar Arnulfo Romero y Galdámez (1917 –1980), conocido como monseñor Romero, fue un sacerdote católico salvadoreño, cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador, célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos. Como arzobispo, denunció en sus homilías dominicales numerosas violaciones de los derechos humanos y manifestó en público su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de su país. El lunes 24 de marzo de 1980, aproximadamente a las 18:30 de la tarde fue asesinado mientras celebraba una misa en la capilla del hospital Divina Providencia, en la colonia Miramonte de San Salvador. Un disparo hecho por un francotirador impactó en su corazón momentos antes de la consagración. Fue canonizado por el papa Francisco en el año 2018.