Señor Jesús, al comenzar el día,te ofrecemos nuestra vida entera.Que el amor fraterno reine entre todoslos que formamos comunidad.Que cada uno se sienta felizcon la alegría de los demás,y sufra con sus penas.Que todos nos prestemos ayuda mutuapara ir a Dios y realizar su obra cada día.Que no existan jamás entre nosotrosni contiendas ni rivalidades,ni secretas envidias, ni palabras duras.Aparta de nosotros, Señor, todo lo que hiere,todo lo que divide,todo lo que altera la caridad.Haz, Señor, que hoy y siempreintentemos ayudarnosunos a otros a ser santos.Que todos vivamos hoy con dulzura,paciencia, humildady fidelidad a tu Palabra.(Regla de 1835)
Fuera de la comunidad, los Hermanos actúan con prudencia y discernimiento; como personas consagradas, desarrollan una especie de «instinto espiritual» capaz de guiarles en todas sus actuaciones, salidas y relaciones.
En el ejercicio de sus funciones y, en general, durante el día, los Hermanos cuidarán de ponerse de vez en cuando en la presencia de Dios, de elevar el corazón hacia Él y de santificar en Él su trabajo y todas sus acciones.
1973: Louis Quéau (Évergilde-Marie)2005: Pierre Jéhan (Joseph-Noël)