“Dios me ha hecho para su gloria, por lo tanto, puedo dirigir hacia él todas mis acciones, consagrarle todo mi ser, porque yo lo he recibido de él y él me lo ha dado para esto. Yo debo aplicar mi espíritu en conocerle, todas mis facultades en servirle. Por lo tanto, no he nacido y no debo vivir para entregarme a mis diversiones frívolas, a ser rico y poderoso, sino a ser santo.» (Sermón 003, sobre el fin del hombre)
Señor, que puedas encontrar en nosotrostodas las perfecciones de tu Hijo,que seamos,en la medida que lo permita la humana debilidad,revestidos de Jesucristo,que sigamos a Cristo en todos sus caminos,que juzguemos todas las cosas como Él las juzga,que amemos lo que Él ama,que despreciemos lo que él desprecia,que todos nuestros pensamientossean conformes a sus pensamientosy que seamos su imagen viva.
Yo sí que te conozco,tu vida está en mi manos.Sos el barro que formo;Vos sos el barro que amo.Déjame que te sople mi aliento.Déjame modelarte a mi imagen.Déjame darte una forma nueva.Deja a tu alfarero que trabaje.Un barro dócil que confía en su artesano.Barro que se funde y nace un nuevo vasodonde lleves el tesoro de mi vida y mi abrazo.Volver al barro para sentir mi presencia.Embarrarse para ganar transparencia.Barro abierto al soplo nuevo que hace nueva la existencia.Déjame que te sople mi aliento.Déjame modelarte a mi imagen.Déjame darte una forma nueva.Deja a tu alfarero que trabaje.Yo sí que te conozco,tu vida está en mis manos.Sos el barro que formo;vos sos el barro que amo.
Y tenele paciencia a tu barro,y tenele confianza a mis tiempos,y mirá cómo ejerzo este oficio,y volvete también alfarero.El día a día es taller simple y fraternodonde imaginar lo valioso y lo bueno,donde modelar pacientes el diseño de lo nuevo.Volver al barro es consagrar lo cotidiano,es involucrarse quedando embarrado;es cuidar y amar el rostro bello y frágil de lo humano.
Antífona 1La persona, creada a su imagen, no puede ser feliz por la participación a ninguna otra felicidad que no sea la de Dios.
Salmo 8Señor Dios nuestro
Señor, Dios nuestro, que admirable es tu nombre en toda la tierra. Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas que has creado. Qué es el hombre para que te acuerdes de él; el ser humano, para darle poder. Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies. Rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, todo lo sometiste bajo sus pies.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Sugerencia: rezar con los versos en bastardilla
Antífona 2Formados a imagen de Dios, somos eternos como él
Salmo 32Himno al poder y a la providencia de Dios
Aclamen, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Den gracias al Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de diez cuerdas; cántenle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones: Que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; el ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos; encierra en un odre las aguas marinas, mete en un depósito el océano. Tema al Señor la tierra entera, tiemblen ante Él los habitantes del orbe: porque Él lo dijo, y existió, Él lo mandó y surgió. El Señor deshace los planes de las naciones, frustra los proyectos de los pueblos; pero el plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que Él se escogió como heredad. El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres; Desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra: El modeló cada corazón, y comprende todas sus acciones. No vence el rey por su gran ejército, no escapa el soldado por su mucha fuerza, nada valen sus caballos para la victoria, ni por su gran ejército se salvan. Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. Nosotros aguardamos al Señor: Él es nuestro auxilio y escudo; con Él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Sugerencia: rezar con los versos en bastardilla.
La razón se ha atormentado penosamente y en vano durante siglos para responder a estas cuestiones tan sencillas en apariencia. Solamente la religión puede resolverlas, y desde la primera infancia, nos enseña que Dios nos ha creado para él, que formados a su imagen debemos tender continuamente a ser perfectos como él, que nuestro paso, aquí abajo, no es más que un tiempo de prueba cuya duración será muy corta, y que, en fin, en el momento de la muerte cada uno será recompensado o castigado según sus obras. ¡Cuántas cosas en tan pocas palabras! Meditémoslas.Dios me ha hecho para su gloria, por lo tanto, debo dirigir hacia él todas mis acciones, por lo tanto debo aplicarme en conocerlo, todo mi ser, todas mis facultades deben servirle (Sermón 289, apertura de un retiro)
AntífonaCuando el hombre ha llegado a destruir en él la imagen de Dios, se esfuerza en hacer un Dios a su imagen.
Bendito sea el Señor, el Dios de Israel,porque ha visitado a su pueblo con su salvación.Dios ha suscitado una fuerza de salvaciónen la casa de su siervo David,según lo había dicho en tiempos antiguospor medio de los profetas, profetas que hablaban por él.De los enemigos nuestro, Dios nos rescataráy de aquellos que nos odian también.Recordará su alianza y sus juramentos,será fiel a sus promesas, promesas que le hizo a Abraham.Dios va a concedernos que, libres y sin temor,y arrancados de los que hacen mal,unidos en su reino les demos sirviendocon santidad y justicia por siglos y siglos sin fin.Y a ti niño te llamarán profeta del Señorporque prepararás sus caminos,pregonando la paz y el perdón.En su misericordia nuestro Dios nos visitarácomo sol que nos ilumina,guiándonos por senderos de paz.Gloria al Padre Eterno, gloria al Dios Hijo, Jesús,gloria al Espíritu Santo por los siglos y siglos sin fin.
A cada intención respondemos:
Que seamos tu imagen viva, Señor
-. Señor, que nos dejemos trabajar por el Espíritu.-. Señor, que no seamos un obstáculo para nuestros hermanos en el seguimiento de Jesús.-. Señor, que tu modo de sentir y pensar sea el nuestro.-. Señor, que cultivemos en nosotros la misericordia y la ternura.-. Señor, que te adoremos y sirvamos, pero no de espalda a nuestros hermanos.-. Señor, que te demos a conocer y testimoniemos el amor por ti.
Santísima trinidad, que nos hiciste a tu imagen y semejanza, varón y mujer, para amar y servirte en nuestros hermanos, tus hijos e hijas; haz que mirándonos en tu Hijo vivamos desplegando lo que somos, tu imagen. Por Jesucristo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén