San José de Calasanz – Beata María del Tránsito Cabanillas – Beato Alejandro Dordi


1º Tesalonicenses 1, 1-10
Salmo149, 1-6ª.9b

Jesús exclamó diciendo: ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes! ¡Ay de ustedes, guías, ciegos, que dicen: «Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, ¡entonces sí que vale”! ¡Insensatos y ciegos!
¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro? Ustedes dicen también: «Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar». ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda? Ahora bien, jurar por el altar, es jurar por él y por todo lo que está sobre él. Jurar por el santuario, es jurar por él y por aquel que lo habita. Jurar por el cielo, es jurar por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él.

La lectura del santo evangelio nos ofrece una visión penetrante de las advertencias de Jesús a los escribas y fariseos. Estas palabras, aunque pronunciadas hace más de dos mil años, siguen siendo relevantes hoy en día, especialmente en nuestra vida espiritual y moral. Jesús critica abiertamente a los líderes religiosos de su tiempo por su hipocresía y falta de autenticidad. Los acusa de cerrar «a los hombres el reino de los cielos», lo que significa que, con su comportamiento, están obstaculizando el camino de otros hacia la salvación. Este es un recordatorio para todos nosotros de que nuestras acciones y palabras tienen un impacto más allá de nosotros mismos. Si actuamos de manera hipócrita o inauténtica, podríamos estar alejando a otros de la fe, en lugar de acercarlos a Dios.

La crítica de Jesús también se dirige a la superficialidad de los escribas y fariseos. Se preocupan más por las apariencias externas y las reglas que por la verdadera esencia de la fe. Jesús señala su obsesión con los detalles menores, como jurar por el oro del templo, mientras ignoran lo que realmente importa: la santidad del templo y, en última instancia, la santidad de Dios. Este es un llamado a centrarnos en lo que realmente importa en nuestra vida de fe: nuestra relación con Dios y con los demás.

Jesús también aborda la cuestión de la autoridad y la responsabilidad. Al jurar por el altar o el templo, estamos reconociendo la presencia y la autoridad de Dios. Sin embargo, los fariseos se perdieron en tecnicismos, olvidando que todo en el templo es sagrado porque Dios mismo lo hace sagrado. Esto nos recuerda que no debemos tomar a la ligera nuestras promesas o compromisos, especialmente cuando involucran a Dios o a los demás.

En resumen, este pasaje del evangelio nos desafía a examinar nuestras propias vidas y actitudes. Nos llama a ser auténticos en nuestra fe, a centrarnos en lo que realmente importa y a ser responsables en nuestras acciones y palabras. Nos advierte contra la complacencia y la hipocresía, recordándonos que estamos llamados a ser luz del mundo y sal de la tierra. No se trata solo de seguir reglas o de mantener las apariencias, sino de vivir una vida que refleje el amor, la misericordia y la justicia de Dios.  (Sociedad fraterna de misericordia)


Si el señor Évain hubiera permanecido en Ploërmel, tarde o temprano se hubiera perdido; para que su profunda hipocresía fuera descubierta era necesario que ocurriera lo que ocurrió, y que al alejarse se imaginara que quedaba libre de toda sospecha y de toda dependencia. (Al H. Ambrosio, 8 de octubre de 1842)

Señor de los afligidos,
salvador de pecadores,
mientras aquellos señores
de solemnes encintados
llevan al templo sus dones
con larga cara de honrados.
¡Ay que me gusta escucharte!
cuando les dices:
«la viuda con su moneda chiquita
ha dado más que vosotros
porque ha entregado su vida».

Señor de las Magdalenas,
Pastor de samaritanos,
buscador de perlas finas
perdidas en los pantanos,
cómo te quedas mirando
con infinita tristeza,
al joven que te buscaba
y cabizbajo se aleja
por quedar con su dinero.
¡Ay, que difícil que pase
por esta aguja un camello!

Amigo de los humildes,
confidente de los niños,
entre rudos pescadores
escoges a tus ministros.
Parece que todo fuera
en tu Evangelio sorpresa.
Dices: «felices los mansos
y los que sufren pobreza,
benditos son los que lloran,
los sedientos de justicia,
dichosos cuando os maldigan».
Llos fariseos decían:
“se mezcla con los leprosos
y con mujeres perdidas,
el sábado no respeta
¿dónde vamos a parar?
Si ha decidido sanar
a toda clase de gente.
Es un hombre subversivo.
Entre tanta confusión
yo me quedo con lo antiguo”.

Ellos miraban al cielo Ç
y Tú mirabas al hombre,
cuando apartado en el monte
te entregabas a la oración,
sólo buscabas a Dios
a tu Padre Santo y Justo.
En el secreto nombrabas
para que Tú los sanaras,
al hombre uno por uno,
y lo que el barro manchaba
tus ojos lo hicieran puro.


MARÍA DEL TRÁNSITO EUGENIA DE LOS DOLORES CABANILLAS (1821-1885) nació en Villa Carlos Paz, Argentina. Luego pasó a estudiar a la ciudad de Córdoba. Se unió a la Tercera Orden de San Francisco. Pasó por un convento de Carmelitas de Buenos Aires y por uno de las Hermanas de la Visitación en Montevideo, pero debió retirarse por su salud. En 1878 fundó la congregación DE LAS Hermanas Misioneras Terciarias Franciscanas con ayuda de 2 compañeras y un sacerdote franciscano. Fue una mujer prudente, dotada de gran capacidad de discernimiento y un corazón enamorado de Jesús. Pasó su vida sirviendo a los pobres, enfermos y necesitados y se entregó a la educación cristiana de la mujer. Fue declarada beata por el Papa Juan Pablo II en el año 2002.

ALESSANDRO DORDI (1931-1991) fue un sacerdote italiano asesinado por Sendero Luminoso en Perú. A los 18 años ingresó al seminario. Al ordenarse sacerdote, cuando tenía 23 años fue a trabajar entre los campesinos y los que sufrieron inundaciones en los años 50. Después pasó a un poblado de Suiza y acompañó por 14 años como capellán a los emigrantes italianos. Quería ser misionero en Burundi, pero fue enviado a Perú, al departamento de Ancash, al poblado de Santa. Pocos días antes de su asesinato, Sendero Luminoso había acabado con la vida de los padres polacos Michael Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski. El obispo le había dado permiso para irse del lugar, pero prefirió permanecer al lado de la gente. El 25 de agosto, cuando iba con dos seminaristas, fue detenido e inmediatamente asesinado por los guerrilleros. Fue beatificado por el Papa Francisco en el año 2015.

JOSÉ DE CALASANZ (1557-1648) fue un sacerdote pedagogo español, fundador de la primera escuela cristiana popular de Europa. En una época en que la educación tenía por destinatarios casi exclusivos a los miembros de las familias adineradas, José de Calasanz fue un pionero de la educación colectiva al alcance de todos. En 1597 abrió una escuela gratuita para niños pobres en Roma, que tuvo mucho éxito. Creó, organizó y sistematizó la enseñanza escolar graduada por niveles y ciclos en la enseñanza. Fue declarado patrono universal de las escuelas cristianas por Pío XII. Se lo considera el santo patrón de los educadores y maestros, junto con San Juan Bautista de La Salle.