Zacarías quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente:Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo, y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor, como lo había anunciado mucho tiempo antes, por boca de sus santos profetas, para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian.Así tuvo misericordia de nuestros padres y se acordó de su santa Alianza, del juramento que hizo a nuestro padre Abraham de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos, lo sirvamos en santidad y justicia, bajo su mirada, durante toda nuestra vida.Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparando sus caminos, para hacer conocer a su Pueblo la salvación mediante el perdón de los pecados; gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente, para iluminar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Zacarías canta de alegría porque la promesa de Dios se cumple.Ya viene el sol que nace de lo alto, que guiará nuestros pasos por el camino de la paz.Y su hijo será el que lo preceda, lo anuncie y lo muestre a los hombres, que buscan en las tinieblas un rayo de esperanza.Todos somos Juan Bautistas, anunciadores de esta gran noticia.Hay mucha tiniebla, mucha desesperanza en nuestro mundo.Es hora de anunciar que Dios está con nosotros.
Alégrense pues, hijos míos; son el pequeño rebaño que Jesús ha bendecido y sobre el que vela con la más tierna solicitud; pone entre ustedes y el mundo, su enemigo, barreras que no podrá sobrepasar, ni romper. Él mismo está en medio de ustedes para cuidarlos y defenderlos. Es su pastor y nada les faltará.
Cuando río, florece mi pecho,cuando canto, se enciende mi voz.La tristeza se va deshaciendocomo sombra que ilumina el sol.Alegría que sana, alegría que mueve.Comparto mi risay el mundo se enciende.alegría que brilla, alegría que danza.Mi espíritu vuelay mi cuerpo vibra.La montaña me invita a danzar,el sol me empuja a vivir.El tambor resuena en mis pasos.Con la tierra soy un solo latir.Alegría, medicina,se multiplica al cantar.Quien la siente la contagiacomo el viento al circular.