Buscar

  • Categorías

En las categorías Evangelio, Calendario y Novena, se sugiere ampliar el rango de fechas unos días antes.


San Carlos de Foucauld


Apostolado de la Oración:
Intención
Oremos para que los cristianos que viven en contextos de guerra o conflicto, particularmente en Medio Oriente, sean semillas de paz, reconciliación y esperanza.

Señor,
que puedas encontrar en nosotros
todas las perfecciones de tu Hijo,
que seamos,
en la medida que lo permita
la debilidad humana,
revestidos de Jesucristo,
que sigamos a Cristo
en todos sus caminos,
que juzguemos todas las cosas
como él las juzga,
que amemos lo que él ama,
que despreciemos lo que él desprecia.
En una palabra,
que todos nuestros pensamientos
sean conformes a sus pensamientos
y que seamos su imagen viva. Amén
(Juan María)

La comunidad de Bunia, (RDC Congo).

– Comunidad de Portugalete

El Hermano Administrador de la Provincia o del Distrito es nombrado por tres años por el Hermano Superior Mayor con el consentimiento de su Consejo. Su mandato es renovable.

Hay gente que no sueña más que con cambios y que los toma todos por perfeccionamientos, aunque luego abandonen al día siguiente lo que habían adoptado la víspera.

1968: Charles Rulon (Thaddée)
1972: Gervasio López (Fausto). Nació  en Ugarte (Álava) en 1902. Murió en Josselin (Francia)
1991: Philippe Poulin (Théodose-Marie)
1995: Conrad Therrien (Omer-Louis)
2000: Louis Berthelin (Césaire-Marie)
2003: Armand Bruchec (Gabriel de l’Addolorata)
2019: Gerald Michaud (Robert-Louis)

San Carlos de Foucauld

Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, rogándole: Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente.
Jesús le dijo: Yo mismo iré a curarlo.
Pero el centurión respondió: Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: «Ve», él va, y a otro: «Ven», él viene; y cuando digo a mi sirviente: «Tienes que hacer esto», él lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos
.

La curación de hoy corresponde a un extranjero, es un anticipo de la misión de la Iglesia entre los paganos. El centurión es un pagano al servicio de Herodes Antipas y el enfermo es un “chico” que es su criado.

El oficial se acerca a Jesús con humildad, sensibilidad y cortesía, ya que no quiere que el Señor entre a su casa y se “contamine” por ser él un “no judío”, un pagano; además el centurión demuestra una fe inmensa que le hace creer que no es necesario que Jesús vaya a su casa, pues basta que diga una palabra y podrá sanar a su criado a la distancia. El Maestro Nazareno queda impactado y alaba la inmensa fe del pagano como ejemplo para los judíos y para sus discípulos (as).

Lo primero que mueve y empuja a acercarse a Jesús es la necesidad, la búsqueda de solución ante su urgencia. Si bien lo que necesita es la sanación de su sirviente, lo hace sin esperar y con rapidez, ni siquiera puede esperar a que vaya Jesús a su encuentro. Esto nos ayuda a nosotros a descubrirnos tantas veces así, desesperados; tantas veces nos apremia de tal forma la necesidad que corremos buscando a Dios, para que sea Él que de fin al momento que estamos pasando, pero esto no lo podemos dar como supuesto.

Entonces es bueno preguntarse ¿busco a Dios como la verdadera solución a lo que me sucede?, ¿soy capaz de rogarle como hizo el centurión?, ¿insisto en la súplica o me dejo vencer rápido si no encuentro la respuesta que quería?

Y la segunda actitud del centurión es la de la humildad. La expresión: “no soy digno de que entres en mi casa”, es la mejor síntesis. No es un hombre religioso, no conoce acerca de la Escritura y menos conoce sobre quién es el hombre al que le está hablando. Pero sí sabe quién es él, no se cree más de lo que es, y por eso pide en verdad, porque no pide ni más de lo que necesita. Y pide con la frente baja, pide rogando, pide casi de rodillas, porque la oración, la humildad y el pedido son una síntesis perfecta que el corazón del Maestro no resiste.

Ante tan magnífica actitud a la hora de pedir, es bueno que nosotros nos preguntemos: ¿mi oración tiene como principio la humildad?, ¿pido aceptando lo que Dios pueda tener pensado para mí?

La urgencia y la humildad, dos momentos en los que todos muchas veces estamos. Que sea sin duda la humildad la que siempre acompañe nuestra oración, nuestra súplica ante nuestra urgencia.


Rechaza todo pensamiento de malhumor y reanima sin cesar el espíritu de fe por la meditación y la oración. (Carta al H. Hno Ambrosio)

Yo no soy digno de que entres en mi casa,
mas di una palabra
y bastara para sanarme.

Yo no soy digno de tocarte con mis labios
tan agrietados por la fiebre y por la sed.
Yo no soy digno de que entres en mi cuerpo
tan invadido por la enfermedad.

Pero tu vienes a sanarme
y me visitas en mi casa
y te recibo en sacramento
porque tu amor lo quiere así.

Tú dices quiero y así me sanas.
Yo no era digno, tú me haces digno.
Me vivificas y me levantas.
Gracias, Señor, por venir a mí.


CARLOS DE FOUCAULD (1858-1916) fue un militar, explorador, monje y misionero francés, conocido por su profunda conversión espiritual y su vida de contemplación y fraternidad entre los más pobres.
Nació en una familia noble en Estrasburgo. Quedó huérfano siendo niño y llevó una juventud alejada de la fe, dedicándose al ejército y a una vida cómoda. Sin embargo, tras una expedición en Marruecos y el testimonio de la fe de los musulmanes, comenzó a sentir inquietudes espirituales.
En 1886 vivió su conversión al cristianismo, guiado por el sacerdote Huvelin. Desde entonces, buscó imitar a Jesús viviendo una vida sencilla, humilde y de adoración. Ingresó como monje trapense, pero sintió el llamado a una vida aún más pobre y oculta.
Se hizo sacerdote y se trasladó al desierto del Sahara, en Argelia, donde vivió entre los pueblos tuareg. Allí aprendió su lengua, creó un diccionario y se dedicó a ser hermano universal, sin buscar convertir, sino amar y acompañar.
Fundó la espiritualidad de los Pequeños Hermanos y Hermanas de Jesús, inspirada en la vida de Nazaret: sencillez, oración, fraternidad, y presencia silenciosa del amor de Dios.
Murió asesinado el 1º de diciembre de 1916 durante un ataque en Tamanrasset, Argelia. Fue beatificado en 2005 y canonizado en el 2022.

1º Domingo de Adviento

Te ofrezco, ¡oh Dios!
mi fortuna, mi tiempo, mi libertad,
mi reputación, mi cuerpo,
mi alma, mi vida;
me entrego todo, sí todo, sin excepción.
Dispón pues de mí
y de todo lo que es mío,
según te plazca.
Yo no tengo ahora otro pensamiento,
otro deseo,
que el de contribuir a tu gloria
según la medida completa
de mis medios y mis fuerzas. (Juan María)

  • Para que este tiempo de Adviento sea tiempo de conversión y preparación a la venida de Jesús.
  • Por el Superior General y su Consejo.
  • Por los menesianos, las obras y las nuevas vocaciones de la San Luis Gonzaga de Haití.
  • Por los enfermos y discapacitados de nuestros centros educativos.
  • Por la familia menesiana del colegio Sagrado Corazón de Llay-Llay y la de Nanclares de la Oca.

El Hermano Provincial adjunto o el Hermano Visitador adjunto asiste al Hermano Superior Mayor y ejerce las funciones que éste le asigne. Le sustituye en caso de ausencia o impedimento. En caso de fallecimiento del Hermano Superior Mayor, le sustituye hasta el nombramiento del sucesor.

Como buenos Hermanos, como hijos fieles unidos entre ellos, ayudémonos unos a otros a caminar con paso firme en el camino en que nuestro Padre nos llama y que debe conducirnos a Él.

1969: André Ménez
1994: Adrien Piché (Théophane-Henri)

1º Domingo de Adviento

Jesús dijo a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre.
De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada.
Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.

Hoy iniciamos el tiempo de adviento. El término adviento viene del latín “adventus”, que significa venida. El adviento es un tiempo de alegría y agradecimiento por el advenimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
Estas cuatro semanas que preceden a la Navidad son una oportunidad para prepararse en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.
Los primeros domingos miran hacia la venida definitiva de Jesucristo y de allí el tono de los textos litúrgicos y los otros miran la venida en la carne, la encarnación y nacimiento de Jesús.

Las dos exhortaciones que nos propone el texto de hoy nos animan a estar en guardia para no echar a perder el mayor regalo que hemos recibido de Dios, la vida.
La primera nos advierte que el final vendrá inesperadamente, como ocurrió con el diluvio, en tiempos de Noé. La segunda subraya la necesidad de estar vigilantes, porque el dueño de la casa no sabe cuándo vendrá el ladrón. El lenguaje es apocalíptico y responde a la creencia, en aquel momento, de la segunda venida inmediata de Jesucristo.

El texto de hoy, nos deja en claro algunas ideas: a) no marca fecha; b) quita la preocupación por el final y nos centra en la salvación presente desde la esperanza futura; c) da confianza y no miedo a Dios; y d) nos invita a estar siempre preparados para recibir al Señor, que hoy mismo viene a salvarnos.

Hoy, nuestra sensibilidad es muy diferente y este estilo de escritura nos dice poco. Por eso a los oyentes de hoy hay que hablarle en su lenguaje, que podría ser así: “Tu vida es demasiado preciosa para malgastarla. Vive en la solidaridad, en la justicia, y alivia el dolor del mundo, en lo que puedas. Te sentirás feliz y realizado. Los que te conozcan te bendecirán. Si eres cristiano, tienes en Jesús de Nazaret un modelo de plenitud humana, comprometido con las personas hasta el final”.

Si Mateo nos advierte de la despreocupación de la gente en tiempos de Noé, ante la llegada del diluvio, ¿qué no nos diría hoy a nosotros, sumidos, muchas veces, en pequeñeces, completamente despreocupados de lo sustancial de la vida?

A pesar del tono austero de estos versos, el único objetivo es prevenirnos para que no malgastemos la vida. No pretenden atemorizarnos con un juicio severo. Que Cristo es juez, sólo significa que al final prevalece su verdad; quiere decirnos que Él es la verdad definitiva.
Estas líneas subrayan que la persona está llamada a desplegarse y que puede, en su libertad, no hacerlo. Es más: el mismo Dios camina con nosotros para ayudarnos a llevar a cabo ese proyecto, como ayudó al pueblo hebreo a salir de la esclavitud. Dios es el Emmanuel, es decir, Dios con nosotros. 

Jesús y sus discípulos:
Jesús los prepara para que vivan sabiamente la etapa final de su final. Les advierte que estén preparados, pues en cualquier momento pueden arrebatarle la vida. Es difícil estar preparados. Estar en vela es la actitud necesaria. Quien está en vela, puede anticiparse.


Así, queridos hermanos, aunque sean muy jóvenes, deben pensar seriamente en la muerte, y prepararse cada día, puesto que su último día les es desconocido, como lo era para el buen hermano Ivo, del cual esta triste solemnidad nos recuerda su memoria. ¡Ay! ¿Quien lo hubiera dicho, cuando estábamos reunidos en Auray, hace quince meses, que asistía por última vez al retiro, y que al separarse de ustedes, al final de este piadoso ejercicio, se separaba para siempre? Queridos hermanos, aunque no viva ya en esta tierra, los lazos de la caridad que lo unían a la congregación no se han roto; vive en el seno de Dios, vive para no morir; y si él ha ido primero al cielo, es para protegernos allí con sus oraciones, y para que nuestra sociedad naciente tenga en su persona, cerca de Jesucristo un intercesor y en cierto sentido un patrón. Sí, tengo la dulce confianza de que si el Señor lo ha llamado antes que a los otros, es porque más que los otros era digno de recibir ya la recompensa que está prometida a todos. Él la ha merecido por su celo, por su piedad, por su humildad, en una palabra, por sus eminentes virtudes que practicó constantemente desde la época dichosa en que se consagró al servicio de Jesucristo en nuestra congregación. (S. VII, 2344. Exequias del H. Ivo)

Velen pues, y estén preparados
porque no saben cuándo viene su Señor.
Velen pues, y estén preparados
porque no saben
cuándo viene el Hijo de Dios.

Así como en los tiempos de Noé,
así es como sucederá.
Vino el diluvio y todo se llevó.
Así el hijo de Dios vendrá.

Tengan por cierto que si el dueño de un hogar
supiera que le robarán,
les aseguro que su casa cuidará
para que nadie pueda entrar.

Estén alertas y prepárense
porque no saben cuándo vendrá.
Para cuando menos lo piensen, él vendrá,
el Hijo del Hombre será.

San Saturnino

  • Por nuestros Hermanos y nuestros alumnos más probados.
  • Por los menesianos, las obras y las nuevas vocaciones de la provincia Santa Teresa del Niño Jesús (Uganda – Sudán del Sur).
  • Por los enfermos y discapacitados de nuestros centros educativos.
  • Por la familia menesiana que vive la misión en El Alto y la del Menesiano de Madrid.
  • Por nuestros jóvenes en formación.

El Hermano Provincial adjunto o el Hermano Visitador adjunto, profeso perpetuo desde  al menos cinco años, es elegido por el Hermano Superior General, con el consentimiento de su Consejo, de una terna presentada por el Hermano Provincial adjunto o el Hermano Visitador adjunto. Es nombrado por cuatro años.

Te animo a que no tengas otras miras más que Dios en tus acciones más pequeñas: no busques más que su gloria, y no la que viene de los hombres.


1996: Euximio García (Fermín): Nació en Villamoñico en 1906. Trabajó en Argentina y Uruguay desde el año 1937 hasta su muerte en Montevideo.

1979: Oswald Messier (Noël-Jean)
1992: Félix Gauthier (Théodorit) y François Cardinal
1994: François Le Juge (Laurentin)
2002: Emile Levaque (Aurèle-Marie)
2005: René Colin (Théophane-Pierre)
2022: Gabriel L’hostis (Michel-Corentin)

San Saturnino

Jesús hablaba a sus discípulos de su venida:
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante del Hijo del hombre.

Lo último que Jesús les dice a sus discípulos y a quienes creen en lo que él dijo, es que se cuiden, con vigilancia y oración, para que no se les “embote la mente”. Propiamente, lo que dice Jesús es que no dejen que les opriman o se les sobrecargue los corazones. Todos, en efecto, tenemos peligro de pasar por situaciones o, lo que es peor, orientar nuestra vida de forma que el corazón se embote. Y cuando el corazón se embota, con ello la mente se incapacita para ver lo que realmente nos ocurre. Nada influye tanto en la mente como los afectos y los sentimientos que ocupan y cargan el corazón. Cada ser humano es lo que son sus afectos. La afectividad es la fuerza interior que dirige nuestras vidas.

Pero Jesús dice más. Lo que embota el corazón y la mente es la postura, la opción fundamental, del que solo piensa en sí, en su propio bienestar y disfrute de la vida, de los placeres y del dinero que los puede costear. De sobra sabemos que eso nos incapacita para vernos por dentro, y para ver lo que realmente nos conviene. De eso es lo que Jesús no previene. Porque un individuo que va así por la vida es un peligro para sí mismo y para todo el que se roce con él.

Si Jesús dice esto, no es para amargarnos la vida. Ni para reprimir lo que nos hace felices. El problema está en distinguir con cuidado que una cosa es la diversión y otra la fiesta. En la fiesta compartimos la felicidad. En la diversión alimentamos el burdo egoísmo del que solo piensa en sí. Y eso es lo que embota el corazón y la mente, y lo que nos impide ver lo que realmente ocurre en la vida, en el mundo, en la sociedad y en la Iglesia. De ahí, la importancia que tiene estas palabras de Jesús al cierre del año litúrgico.


Todos ustedes desean, hijos míos, ser admitidos un día en el reino de Dios y saborear eternamente la felicidad que él prepara para sus elegidos. Vengo a mostrarles hoy el camino que conduce a ese final feliz que desean alcanzar. Vengo a mostrarles a Jesucristo marchando primero por la ruta que Él nos ha abierto… si quieren estar asociados a su gloria, es necesario que compartan sus oprobios y sus dolores. (Sobre el sufrimiento, S. VI, 1990)   

Me he hecho tantas preguntas
intentando entender.
Me he lanzado a buscarte
sin saberte ver.
Me he asomado al abismo.
Me he atrevido a saltar y caer.

Y un huracán
romperá el cielo desde mi garganta,
gritándote:
¿dónde estás cuando me haces falta?

Y me han dado respuestas,
pero no sé qué hacer.
He prometido seguirte
sin entender.

Y hay un eco en lo hondo
que me empuja hacia ti,
y aunque sea sin sentirte
te buscaré.

Y un huracán
romperá el cielo desde mi garganta
gritándote:
¿dónde estás cuando me haces falta?

Estoy aquí en el silencio.
Estoy aquí en este viento.
Estoy aquí, soy este trozo de pan.

Estoy aquí en tu lamento.
Estoy aquí en este eco.
Estoy aquí, soy este trozo de pan.

Y un huracán
romperá el cielo desde mi garganta
gritándote:
¿dónde estás cuando me haces falta?

Estoy aquí – (y un huracán)
(romperá el cielo desde mi garganta)
estoy aquí, Estoy aquí (gritándote)
soy este trozo de pan.

Y tu huracán
romperá el cielo desde mi garganta,
gritándome: ¡Cuánto me haces falta!


San SATURNINO fue un obispo y mártir del siglo III, considerado uno de los primeros evangelizadores del sur de Francia y del norte de España. Nació probablemente en Grecia o en África y fue enviado como misionero a la región de la Galia para anunciar el Evangelio, en un tiempo en que el cristianismo era perseguido por el Imperio Romano.
Se estableció en Toulouse, donde comenzó a predicar con gran valor y fervor. Su anuncio de Cristo atrajo a muchos conversos, pero también provocó la oposición de los paganos, ya que su predicación hacía disminuir el culto a los ídolos. Fue elegido primer obispo de Toulouse y fundó una pequeña comunidad cristiana.
Su martirio ocurrió hacia el año 250. Los sacerdotes paganos lo acusaron de impedir que los ídolos hablaran y de ofender a los dioses. Lo capturaron y, en un acto cruel, lo ataron por los pies a un toro para que lo arrastrara por las calles hasta morir. Saturnino es recordado como un misionero valiente, un pastor fiel y un mártir de la fe.

Santa Catalina María Labouré

Señor, que has dicho:
Dejen que los niños vengan a Mí.
Tú me has inspirado el deseo
de dedicar mi vida
a los niños y jóvenes
para llevarlos a Ti.
Dígnate bendecir mi vocación,
asísteme en mis trabajos de hoy,
derrama sobre mí,
sobre todos mis hermanos
y sobre todos los que trabajamos
en esta obra educativa,
el espíritu de fortaleza,
de caridad y de humildad,
para que nada nos aparte
de tu servicio.
Haz que hoy cumpla con celo
el ministerio educativo
al que me has consagrado.
Hazme perseverar hasta el fin
para alcanzar así
la salvación que nos
has prometido. Amén

  • Por las vocaciones en la Iglesia.
  • Por los menesianos, las obras y las nuevas vocaciones de la provincia Nuestra Señora del Pilar de España.
  • Por los enfermos y discapacitados de nuestros centros educativos.
  • Por la familia menesiana de San Borja y la de Berrio-Otxoa.
  • Por la comunidad de Kirambo (Ruanda).
  • Por las ONG que con sus aportes hacen posible que muchas de nuestras obras puedan cumplir con su misión.

El Hermano Superior Mayor, con la ayuda de su Consejo, es responsable de la gestión material y financiera de la Provincia o del Distrito; confía esta tarea a un Ecónomo que puede ser ayudado por profesionales competentes.
Guiado en la administración de los bienes por el espíritu evangélico de pobreza, y atento a una adaptación bien entendida, se esfuerza por responder a las necesidades de las comunidades y de las obras; cuida de que los recursos se compartan fraternalmente.

Ámense los unos a los otros; vivan juntos en una perfecta unión; no tengan más que un solo corazón y una sola alma.

1970: René Poitras (Adrien-Joseph)
1998: Jean-Luc Hudon
1999: Émile Podeur
2001: Joseph Corniquel (Achille-Eugène)
2009: François Marcel Le Pape. (Pascal-Eugène)

Santa Catalina María Labouré

Jesús les hizo esta comparación: Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol.
Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano.
Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca.
Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Señor, hoy mi oración debe ser distinta.
Me hablas en el evangelio de invierno y verano, de muerte y de vida,
de higueras secas e higueras con brotes.
Lo importante es que tu reino ya ha llegado
y ha llegado a todas las estaciones del año.
Tú siempre estás cerca de nosotros.
Haz que te sepamos descubrir en todos los acontecimientos de la vida.

Lo más importante que hay que resaltar en este texto de Lucas es: “sepan que el reino de Dios está cerca”. Dios está cerca, mucho más cerca de lo que nosotros pensamos. Y la irrupción de Dios en el mundo y en nuestras vidas es algo tan maravilloso como el paso del invierno a la primavera.  

En el invierno hay frío, mucho frío; noche, largas noches; muerte, mucha muerte en la naturaleza. No hay flores ni frutos en los árboles; no hay cantos de pájaros.  Y esto lo describe muy bien el Cantar de los Cantares para describir el paso del invierno, es decir, de la soledad y ausencia del amado, a la primavera de su presencia.  “Pues mira, ha pasado el invierno, ha cesado la lluvia y se ha ido. Han aparecido las flores en la tierra; ha llegado el tiempo de la poda, y se oye la voz de la tórtola en nuestra tierra. La higuera ha madurado sus higos, y las vides en flor han esparcido su fragancia. Levántate amada mía, hermosa mía y ven conmigo”. (Cant. 2,11-13).

Nos puede servir para describir el paso del invierno de este mundo de egoísmos, de violencias, de frialdad, para dar paso a la bella imagen de la higuera que, con sus hojas tiernas, anuncian el estallido del Reino de Dios, como la llegada de una hermosa primavera. 

Señor, déjame darte gracias por ser como eres.
Estás siempre “más allá”.
Más allá de nuestros pecados, de nuestras miserias,
de nuestros problemas, de nuestras dificultades.
Para ti siempre hay una aurora después de la noche;
un sol después de la lluvia;
una primavera después del invierno;
una Resurrección después de la muerte.
Nosotros pasamos, pero Tú siempre estás.  
¡Gracias, Señor!


Esperar contra toda esperanza es la divisa de los hijos de Dios, lo sé, y él es bastante poderoso como para transformar las piedras en hijos de Abraham. (A Querret)

Si de repente la tristeza
ya no te deja sonreír,
cierra los ojos, sólo piensa
que lo mejor ya está por venir.

Cuando de pronto ya no puedes más,
cuando la fe se fue de aquí,
si algo termina, algo comienza
y lo mejor ya está por venir.

Acuérdate que aquí hay amor
y que después de la tormenta sale el sol.
Acuérdate que un corazón
se hace más fuerte
y no se muere de dolor.
Vuelvo a decir
que lo mejor ya va a venir.

Cuando esté el mundo de cabeza
no se endereza porque sí,
dale la vuelta a la tristeza
y a lo mejor vas a sonreír.

No habrá tormentas sin calma
y no habrá noches sin día.
porque fuego en tu alma
y porque fuego en la mía;
porque existen canciones
por cantar todavía.
Que no mueran los sueños
y que viva la vida.
Cuando falte la fuerza
sobrarán las razones,
se unirán los corazones,
que harán ruido y quedará el amor…

Y acuérdate de lo mejor,
cierra los ojos
que ya pasará el temblor.
Y acuérdate que si hay amor
los héroes no usan capa,
usan su corazón.
Confía en mí:
Lo mejor ya va a venir.


Santa Catalina María Labouré (1806-1876) fue una religiosa francesa, humilde y silenciosa, conocida por recibir las apariciones de la Virgen María que dieron origen a la Medalla Milagrosa.
Nació en una familia campesina y desde joven mostró una profunda fe y amor a la Virgen. Tras la muerte de su madre, tomó a María como su Madre espiritual. A los 24 años ingresó a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, en París.
En 1830, cuando aún era novicia, tuvo tres apariciones de la Virgen María en la capilla de su convento. En una de ellas, la Virgen le mostró el diseño de una medalla y le pidió que se difundiera por el mundo como signo de protección y gracia. Esa medalla, hoy conocida como la Medalla Milagrosa, se extendió rápidamente y obtuvo numerosos favores espirituales y materiales, convirtiéndose en un símbolo mariano muy querido por los fieles.
Catalina vivió en silencio y humildad toda su vida, sin revelar que ella había sido la vidente. Sirvió durante más de 40 años cuidando ancianos y enfermos en un hospicio, llevando una vida sencilla y dedicada. Murió el 31 de diciembre de 1876 y fue canonizada en 1947.

Nuestra Señora de la medalla Milagrosa – Beata Catalina María Rodríguez

Padre bueno,
te doy gracias por la vida,
regalo de tu amor.
Haz que la comparta con todos:
con mis hermanos, con mi familia,
con mis amigos,
tejiendo lazos como lo hizo Jesús.
Envíame tu Espíritu Santo
para descubrir lo que quieres de mí.
Hazme cada día más parecido a tu Hijo:
que sus sentimientos sean mis sentimientos,
que sus pensamientos
sean mis pensamientos,
que su proyecto sea mi proyecto,
que ame como Él amó.
Como a María, Padre Bueno,
concédenos a todos
un corazón dócil a tu Palabra. Amén

  • Por las vocaciones en nuestro Distrito, los formando y formadores de la casa de formación de El Alto.
  • Por nuestros hermanos misioneros.
  • Por los menesianos, las obras y las nuevas vocaciones de la provincia San Juan Bautista (Francia – Inglaterra – Italia).
  • Por los enfermos y discapacitados de nuestros centros educativos.
  • Por la familia menesiana de Huatusco (México) y la de Aguilar de Campóo (España).
  • Por los equipos de administración.

El Hermano Superior Mayor se ocupa de cuantos se encuentran en la etapa de formación inicial, en particular visitando con frecuencia las casas de formación.
Coloca a los Hermanos jóvenes en comunidades que puedan apoyarlos y animarlos en sus primeros años de vida religiosa y apostólica. Él mismo se reúne a menudo con ellos y presta gran atención a su formación.

Procuren que no se debilite el fervor en sus almas, y obren de manera que, por el contrario, vaya siempre creciendo: no tengan otras miras más que Dios y el Cielo.

1979: Philippe Langlois (Clément-Marie)
1984: Élisée Tousignant (Jean-Marie)
1987: Jean Etchéverry (Ephrem-Joseph). Nació en Labastide-Clairence (Francia). Hermano de los Hnos Álvaro y Gerardo. Murió en Lourdes.
1999: Jules Bétrom. (Laurentin-Joseph).

Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa – Beata Catalina María Rodríguez

Jesús decía a sus discípulos: Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima. Los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a ella. Porque serán días de escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse.
¡Ay de las que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Será grande la desgracia de este país y la ira de Dios pesará sobre este pueblo.
Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento.
Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán.
Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria.
Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación.

Este evangelio nos recuerda que, aun en medio de los momentos más oscuros y desconcertantes, Dios no abandona a su pueblo.
Las imágenes de destrucción, miedo y confusión no son el final, sino el escenario en el que Dios manifiesta su presencia con mayor claridad. Cuando todo parece derrumbarse, Jesús nos invita a hacer algo sorprendente: levantar la cabeza, mantener la esperanza y mirar más allá del caos.

El Señor no nos pide negar el dolor, sino mirarlo con los ojos de la fe: Él viene, no como juez severo, sino como Salvador que trae liberación. Por eso, la verdadera fe no es la que huye del sufrimiento, sino la que, confiada, espera la llegada de Cristo incluso cuando el mundo tiembla.

En los momentos en que nuestra “Jerusalén” interior se siente sitiada —cuando la angustia, la soledad o el miedo atacan— Jesús nos dice: “No bajes la mirada. Yo estoy cerca. Tu liberación se acerca.”


Redoblemos la vigilancia para evitar los astutos lazos que nos acechan, y aumentemos los esfuerzos para avanzar por el camino cuyo final es el cielo.” (Al H. Hervé, 8 de abril de 1845)

Hay una luz que ilumina mis caminos,
que me acompaña en la oscuridad.
Aunque camine por desiertos y montañas
es esa luz la que siempre estará.

Él es Jesús, mi amigo incomparable
y de su mano aprendo a caminar.
Cuando me caigo, Él es quien me levanta.
Él va conmigo, me cubre con su paz.

Luz que ilumina.
Luz que da vida.
Luz que llena mi existir.
Luz que me alumbra.
Luz de mi vida.

Él es Jesús, mi amigo incomparable
y de su mano aprendo a caminar.
Cuando me caigo, Él es quien me levanta.
Él va conmigo, me cubre con su paz.


CATALINA MARÍA RODRÍGUEZ (1823-1896) fue una monja argentina fundadora de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús.  A los 29 años se casó con un militar con quien tuvo una hija, que falleció al nacer. Al quedar viuda a los 42 años decidió dedicar su vida al servicio de las mujeres más vulnerables. En 1872 fundó la congregación de las Esclavas y en 1875 hizo sus primeros votos. Fue amiga del Cura Brochero y por eso envió a 16 de sus hermanas para que se hagan cargo del colegio de niñas y de la casa de retiros. Muy pronto su obra se extendió por varias provincias argentinas. Fue beatificada por el papa Francisco en el año 2017.
La fiesta de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa se celebra el 27 de noviembre y recuerda las apariciones de la Virgen María a Santa Catalina Labouré en 1830, en París, Francia. Durante estas apariciones, la Virgen pidió que se acuñara una medalla según el diseño que ella misma mostró, prometiendo abundantes gracias a quienes la llevaran con fe y confianza.
En la medalla se ve a María de pie sobre el mundo, aplastando la cabeza de la serpiente, con rayos de luz que salen de sus manos, símbolo de las gracias que derrama sobre quienes las piden. Alrededor, se lee la frase: “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”. En el reverso se ve la cruz, la M de María, los corazones de Jesús y de María, y doce estrellas.
Esta fiesta nos invita a confiar en la intercesión maternal de María y a vivir abiertos a las gracias de Dios. Es un recordatorio del amor de la Virgen, que se acerca a sus hijos para acompañarlos, protegerlos y conducirlos a Cristo.